Hay distintos grados de tolerancia del ruido:
- SILENCIOSO (umbral de audición, desierto)
- MUY BAJO (estudio de radio, área rural tranquila o ambiente de biblioteca)
- BAJO (calle residencial, conversación en voz baja, área comercial o conversación normal)
- RUIDOSO (aire acondicionado, máquina de escribir, calle con tráfico o camión de basura)
- FUERTE (gritos, camiones o trenes)
- DOLOROSO (moto acelerando)
- INTOLERABLE (avión, martillo neumático, trueno cercano o discoteca)
Algunos de los efectos más importantes que tienen sobre la salud son: dolor de cabeza, hipertensión, insomnio, síntomas depresivos, estrés, problemas de comunicación y aislamiento social, pérdida auditiva, migrañas, cefaleas e incluso problemas digestivos.
La lucha contra el ruido depende de varias pautas:
- Hay que limitar y reducir el ruido en la propia fuente.
- Proteger a la población como poner pantallas acústicas naturales o artificiales.
- Adoptar medidas preventivas como limitar o suspender contaminantes acústicos cerca de colegios, hospitales y zonas residenciales.
- Planificar y ordenar el territorio de forma eficaz.
- Legislar.
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